A sus 83 años, la gran señora de la canción chilena, Palmenia Pizarro, se despidió de los escenarios. La salud comenzó a provocar algunos inconvenientes, y hábilmente, tomó el camino del retiro.
Es que Palmenia sabe cómo manejarse con su carrera. Desde niña, cuando llegó, por ejemplo, a la radio Trasandina de Los Andes, y se presentó como una joven que estaba buscando que le dieran una oportunidad como cantante, donde fue recibida por otro joven de la época, Hugo Edgardo Figueroa, el locutor más longevo y activo de la región; hasta sus recorridos por Japón o su triunfo indiscutible en mercados tan difíciles como México, dónde seguramente es más valorada que en Chile, la gran Palmenia supo leer el momento oportuno.
Fue en casa de sus amigos, La Ruca Restaurant, de la familia Figueroa, en el corazón de su querido Aconcagua, dónde a mediados de año, recibió el premio “Glorias de la Música Chilena”, y de paso dijo adiós a 62 años cantando públicamente.
La niña que amó la música y que se abrió puertas por el mundo, que debió lidiar con la envidia y malos oficios de algunos colegas, tocó el firmamento y se convirtió en una estrella latina de categoría mundial. No hay nadie en Chile, entre las cantantes, que le pueda hacer collera, nadie.
Hace unos días, Conecta Mayor UC, El Mercurio y la Pontificia Universidad Católica de Chile, eligieron nuevamente a los 100 Líderes Mayores 2024, y Palmenia apareció en la nómina. En la categoría dedicada a los artistas, la sanfelipeña destacó y volvió a ser comentario obligado en los medios y en su tierra, la misma que le rinde homenaje desde hace algunas décadas, con un festival que lleva su nombre. Si hasta en eso las cosas de la vida se rindieron ante Pizarro, porque no es común en nuestro país que se reconozca en vida a los más destacados.
Palmenia, nuestra Palmenia, la embajadora artística de Aconcagua, sigue siendo un orgullo, sigue siendo parte de nuestro cancionero y seguirá siempre presente en el corazón de los amantes de la música con sentimiento, todo eso, “para que se escuche bonito”.