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Los Andes
sábado, abril 12, 2025

Provincias del Aconcagua recibirán sin espectáculos masivos el Año Nuevo 2025

Quizás como una prueba de que el país que conocimos ya no existe, los municipios del valle de Aconcagua no organizaron espectáculos masivos y/o de fuegos artificiales en las comunas de la zona para recibir el año 2025.

En el caso de Los Andes, Calle Larga, San Esteban y Rinconada, que con recursos más o con recursos menos, ya invertían en recibir el año nuevo de manera recreativa, mantienen oficialmente este tipo de actividades suspendidas y sin fecha clara para retomarse de la manera en que se venían desarrollando o, conforme a los requerimientos de algunos grupos de la sociedad, es decir, de una manera más innovadora: con fuegos artificiales de menor ruido (como se anunció en Viña del Mar), o con juego de luces y/o drones, como es el camino que tomó Iquique y Limache para comenzar el 2025.

Por ejemplo, en Los Andes, el último espectáculo de fuegos de artificio se llevó adelante desde la cima del cerro La Virgen en el año nuevo 2018-2019. Luego, vino el estallido de octubre de 2019, el que llevó a la autoridad a tomar la decisión de suprimir este tipo de festejo y de ahí en adelante, con pandemia incluida, toda celebración. Hoy, y no sólo en la capital provincial, se esgrimen como argumento varias situaciones, entre ellas, las molestias a las mascotas, de las personas con TEA, dificultades para los adultos mayores, la priorización en el uso de los recursos y hasta las eventuales emergencias que pueden producirse con el lanzamiento de estos elementos.

Un camino idéntico siguieron los emprendedores privados, los que en los plazos establecidos, no solicitaron permisos especiales a las autoridades para realizar eventos que convoquen a mayor cantidad de público. Es decir, no hay autorización para eventos como “parcelazos”, fiestas en la vía pública o de asistencia alta en recintos de diversión.

En consecuencia, Aconcagua volvió a su realidad de hace casi un cuarto de siglo, donde no existían posibilidades de ver este tipo de espectáculos pirotécnicos o fiestas públicas, excepto por televisión, donde en ocasiones se podía apreciar el clásico de Viña del Mar – Valparaíso.

Por ahora, sólo queda añorar que, con formatos actualizados a la realidad de la sociedad, algún día los Aconcagüinos podamos volver a disfrutar de una celebración autorizada, que nos obligaba mirar al cielo y observar con esperanza en los primeros minutos del nuevo año, los colores con que se pintaba el firmamento.

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